AGRICULTURA ECOLÓGICA EN CUBA



Despues de la seguda guerra mundial, Cuba entro en crisis, siendo el sector agricultura uno de los mas afectados. Cuba estaba acostumbrado al uso de plaguicidas y fertilizantes, y a la maquinaria pesada para hacer que su producción sea de una u otra forma más eficaz. 
Debido a la crisis, Cuba ya no contaba con recursos y los pocos químicos que tenia para que sean usados en la agricultura ya no daban abasto. La población necesitaba alimento y era necesario usar los recursos propios. Es así que la necesidad y el pensamiento ambientalista, obligaron a Cuba a ser un país que apostara por lo orgánico, sin contaminar, y conservando el medio ambiente. 


EL COMIENZO 
Al comenzar esta práctica, se empezó con el trabajo con cal, fertilizantes orgánicos, biopesticidas, tabaquina, etc. Algunos agricultores ya ejercían esta práctica tradicional desde hace mucho tiempo atrás, puesto que no se tuvo que empezar de cero. En adición, muchos institutos de investigación que buscaban como curar el suelo que fue contaminado por los químicos que se usaban, también ayudaron para crear la agricultura sana. El cambio no fue fácil puesto que la gente que ya estaba acostumbrada a los químicos, además que las infraestructuras ya estaban hechas para insumos químicos. 
El cambio duro años, y se trataba de utilizar todo espacio que podría ser aprovechado, y mucha gente se unió a un movimiento que se llamo agricultura urbana que está teniendo increíbles resultados bajo el uso de la agricultura biológica. 
Cuba se decidió a hacer una agricultura económica y ecológica y no se usaban recursos que no se podían adquirir. 
Los vendedores urbanos vendían sus propias cosechas a la población, dentro de ellas a su entorno. Esto es importante porque al ser así, se ahorraban costes de transporte y era garantía que el producto es de calidad pues estaba fresco y natural. 
Fue gracias a todo esto que se pudieron recuperar grandes terrenos contaminados por las décadas de uso de químicos en la agricultura, dando así a la población una conciencia que piensa en las próximas generaciones y que si no hay suelo, no hay vida. 



ABONOS 

Los abonos que se comenzaron a usar son cien por ciento orgánico, al ser así el suelo tiene más retención de humedad disminuyendo la necesidad de riego, lo contrario de los fertilizantes, ya que estos tienen un efecto desestabilizador en el suelo. 
Los abonos orgánicos garantizan alto rendimiento del suelo, sin empobrecerlo, es así que todos los agricultores comenzaron a hacer sus propios abonos a base de residuos de cosecha, estiércoles, residuos de café, de caña de azúcar o arroz y basuras domésticas. El humus de lombriz también es altamente valorado por los beneficios que le da al suelo: 

• Mejora las características estructurales del suelo. 
• Aumenta la porosidad de los suelos aumentando la aireación. 
• Aumenta la retención de agua. 
• Produce hormonas que estimulan el crecimiento y funciones de las plantas. 
• Aumenta la generación de semillas. 
• El humus de lombriz no huele ni luce mal, no se pudre ni fermenta y generalmente es de color marrón oscuro. 

Debido a que no todos tenían acceso a los abonos naturales, se crearon centros de acopio, procesamiento y distribución de materia orgánica para las distintas provincias, municipios y pueblos aledaños. 

En el instituto de investigaciones fundamentales para la agricultura tropical para crear biofertilizantes para suelos especialmente degradados. Se han desarrollado 3 tipos de biofertilizantes: 

• Líquidos, que se aplican 15 litros por hectárea. 
• Concentrados, se aplican 1 litro por hectárea. 
• En polvo, se aplica mezclándose con las semillas a razón de 1 kilogramo por hectárea. 

Estos biofertilizantes ayudan al suelo degradado devolviéndole un cuarenta a cincuenta por ciento de nitrógeno mediante la fijación del nitrógeno atmosférico, aumentan su rendimiento entre un quince y treinta por ciento, acortan el ciclo del cultivo y ayudan a dar cultivos de mayor calidad comercial. 

Este tipo de abono orgánico es sumamente importante, por eso es necesario que todo residuo orgánico sea aprovechado de todas las aéreas existentes. De esta manera, este sistema de auto eficiencia es mayor comparado con los sistemas convencionales. 



POSCICIÓN DE POSTURA 
Para que las plantas crezcan fuertes y sanas se cultivan posturas o plantones en condiciones de especial aislamiento, dentro de las mismas instalaciones o en centros especializados. De este modo, las plantas crecen más fuertes y libres de enfermedades, saliendo de las instalaciones hacia el campo con grandes probabilidades de sobrevivencia. De esta manera, se evitan en un futuro, enfermedades que las plantas pudieran tener al momento de estar en el campo. 

POLICULTIVOS 
El policultivo o policultura es el tipo de agricultura que usa cosechas múltiples sobre la misma superficie, evitando las grandes cargas sobre el suelo agrícola de los monocultivos (cosechas únicas). El policultivo requiere de más trabajo, pero en Cuba dio buenos resultados pues se crearon injertos que anteriormente no se podían crear. Además de esto genera mayor productividad y aprovechamiento del suelo. 

LAS PLAGAS 
Los policultivos evitan el desarrollo de insectos y plagas en los cultivos controlando a estos generando un equilibrio en donde estos se mantienen a niveles tolerables sin poner en riesgo la viabilidad del cultivo. 
Para esto, se tienen una serie de medidas, como son la siembra en el tiempo adecuado o la siembra de plantas repelentes. Anteriormente, con el uso de químicos, se eliminaban a todo tipo de insectos, pero estos malograban la calidad del suelo y las plantas no eran del cien por ciento sanas, aun así, las plagas aparecían. Después se comenzó a sembrar las plantas repelentes con las que si fueron eficaces contra las plagas, pues desde entonces, se pudieron controlar. 
Cuando este equilibrio se rompe y las plagas comienzan a aparecer, se usan métodos medios biológicos para poder bajar las plagas. De este modo, se pueden usar ciertos insectos que pueden servir contra la lucha de otras amenazas. El manejo de estas es integrada, tanto en plantas ornamentales, las posturas y las hortalizas. La aplicación de medios químicos está prohibido en todas las instalaciones. 
Gracias a las medidas biológicas, las plagas ya no son un problema serio pues siempre se está en equilibrio. Así mismo, en los institutos de investigación se crean bioinsecticidas cada vez más efectivos. Estos están siendo exportados hacia otros países con cierta aceptación, pues aún muchos países tienen cierto temor de adquirirlos solo porque el producto no es químico y no actúa con la misma rapidez. 

LA FORMACIÓN 
Para que todo esto sea posible, las tiendas del consultorio agropecuario cumplen una función fundamental en el asesoramiento y extensión de experiencias, algunas de estas son: 

• Semillas de hortalizas. 
• Posturas. 
• Biopreparados. 
• Instrumentos de trabajo. 
• Biofertilizantes. 
• Abonos orgánicos. 
• Plantas ornamentales. 
• Documentación técnica. 
• Alfarería (macetas). 
• Productos veterinarios. 
• Medicina verde. 
• Pies de cría. 
• Consultoría técnica. 
• Otras actividades agropecuarias. 

Hay una tienda en cada municipio, en ellas se tiene la posibilidad de comprar semillas, posturas, herramientas y biopesticidas (y los demás que están en la lista). En cada una de las tiendas siempre hay un experto para los servicios que se brinda. 
Con esto se busca que los productores sepan que como se puede producir y mejorar los cultivos sobre métodos y practicas orgánicas y sostenibles sin contaminar. El asesoramiento consta de la parte teórica y práctica. Además, estos asesoramientos ya han llegado a las universidades y hasta a los colegios con el fin de consolidar los conocimientos de la agricultura orgánica y sostenible. 
Gracias a todo el esfuerzo de la población cubana, se ha demostrado que la agricultura orgánica es la única capaz de recuperar los suelos degradados por los componentes químicos, y también, demuestra que cada región es capaz de alimentar a su propio pueblo por sí mismos.

¿Quién gana con el desprestigio de los alimentos ecológicos? Artículo de opinión

Desde Ecología Activa estamos completamente de acuerdo con el tema expuesto a continuación e incorporando al debate -a título aclaratorio-,  los 3 tipos de agricultura actuales y la comparativa entre sus variantes.

Estas tres son la tradicional, la convencional, la ecológica y dentro de estas, ordenadas por tipo de producción, calidad, sabor, características organoeléctricas, saludables y valoración:

  1. (MUY BUENA). Tradicional policultivo minifundios sin toxicos (residual y en zonas alejadas de montaña. Es la mejor producción con mucha diversidad de especies, variedades y biodiversidad, con muchos cultivos similares anexos. Es la puramente ecológica, perdida desde los años 60 y 70). 1% de la producción.
  2. (MUY BUENA). Ecológica tradicional policultivo, semi-extensiva y limpia sin tóxicos. Muy interesante, porque regenara los setos y la biodiversidad de la huerta. Crea paisajes culturales agroecológicos y economía local. 2% de la producción nacional. 
  3. (BUENA -). Ecológica monocultivo, extensiva y no tóxica. Nula diversidad y nula regeneración de entornos. Son como desiertos cultivados. Para exportación. 10% de la producción.
  4. (REGULAR). Tradicional policultivo plantas híbridas en minifundios con uso de tóxicos recomendados. 5 % producción para consumo propio y del entorno cercano.
  5. (MUY MALA). Convencional monocultivo, extensiva y tóxica. Mata toda la biodibersidad, deja estériles los campos, las semillas y los acuíferos. Son como desiertos cultivados. 85% de la venta nacional.

Os dejamos con el artículo en cuestión, sobre la tan interesante tema como es comida ecologica vs. comida convencional.

Saludos fetoPAX




12-09-2012 | Por Manuel González de Molina . El pasado 5 de septiembre el diario El País publicaba un artículo titulado "Si come orgánico, no crea que es más sano" , en el que se hacía eco de un metaanálisis realizado por investigadores de la Universidad de Stanford sobre dos centenares de trabajos publicados sobre alimentos ecológicos y convencionales. Las conclusiones, pese a reconocer la debilidad de la mayoría de los estudios revisados, son contundentes: no hay ventajas  significativas para la salud en la alimentación ecológica respecto a la convencional. Los alimentos ecológicos tienen una menor concentración de pesticidas, aunque los convencionales, al no rebasar los límites permitidos, son igualmente “saludables”.


“Hay que comer frutas y verduras, pero como se hayan cultivado importa menos”, se dice en el informe. No son infrecuentes este tipo de noticias, que toman como pretexto estudios científicos más o menos rigurosos, para propagar la idea de que da igual lo que se coma, que las ventajas de la producción ecológica, que suele ser más cara que la convencional, son inexistentes y que por tanto toda la producción agraria convencional es saludable, precisamente cuando existe evidencia abrumadora de lo contrario.
La alimentación convencional no puede calificarse de saludable, a menos que consideremos como tal la ingesta de pesticidas y otras sustancias químicas . Sus efectos, aún en cantidades inferiores a los LMR (límite máximo de residuos), han sido relacionados directamente con el cáncer y otras enfermedades degenerativas y muchas de esas sustancias prohibidas por la UE. Véanse por ejemplo los estudios de Nicolás Olea, por poner un ejemplo cercano, investigador de la Universidad de Granada (http://cts206.ugr.es/produccion-cientifica/ ). La incertidumbre sobre los efectos en la salud de la ingesta combinadas de varias de estas sustancias , presentes en los pesticidas y en los aditivos alimentarios, impide afirmar que las dosis autorizadas garanticen su inocuidad.

Precisamente lo que ofrece la agricultura ecológica es alimentos libres de contaminación , cualquiera que sea su origen (química, microbiana o transgénica), al prohibirse la utilización en su cultivo de fitosanitarios y aditivos químicos usados en la preparación, manipulación y conservación de los alimentos. El Reglamento 834/20007 y su antecesor, el 2092/1991 definen la producción ecológica como aquellas que no utiliza en la producción y transformación de alimentos productos químicos de síntesis. Por esa razón, los alimentos ecológicos están libres de sustancias que pueden ser perjudiciales para la salud .

Independientemente del rigor científico del estudio de la Universidad de Stanford, cuya debilidad reconocen los propios autores y que por cierto descubre evidencias de sobre las virtudes de los alimentos ecológicos que no tienen los convencionales, existe una vasta literatura que demuestran las ventajas nutritivas de la alimentación ecológica . En la revista Agricultura Ecológica, que edita la SEAE (www.agroecologia.net), se han divulgado varios estudios de otros grupos de investigación de EEUU, Europa y de España que concluyen exactamente lo contrario. Casi ninguno de estos estudios parece haberse incluido en el metaanálisis del grupo de investigación de la Universidad de Standford.

En un estudio similar (Benbrook et al., 2008), que también revisa toda la literatura disponible, se llega a la conclusión de que los alimentos ecológicos de origen vegetal son, en promedio, más nutritivos que los convencionales . En ese trabajo se han revisado todos los estudios habidos hasta 2007 y se han considerado únicamente aquellos trabajos que permiten una comparación rigurosa con los convencionales. Con esta selección los autores han podido realizar una valoración comparativa de 11 nutrientes. En el 61% de los casos, los alimentos ecológicos fueron más nutritivos que los convencionales y en el 37% ocurrió lo contrario; en el 2 % restante no hubo diferencias. Los alimentos ecológicos tienen mayor riqueza en polifenoles y antioxidantes que los convencionales en un 75% de los casos. Se considera, en ese sentido, que un aumento del consumo de estos nutrientes es bueno, habida cuenta de que la ingesta media de estas sustancias está por debajo de la mitad de de los niveles recomendados. Los alimentos ecológicos tenían, además, cantidades superiores al 10% respecto de los convencionales en cinco nutrientes significativos . En la misma dirección van las evidencias recogidas por Raigón (2007) para el caso de España. Además, la agricultura ecológica está asociada en la actualidad a tipos de dietas más equilibradas, con una presencia mayor de los hidratos de carbono y menor de grasas,  más frutas y verduras y menos carnes y productos lácteos.

Entonces, ¿por qué se publican noticias tan parciales y en lugares tan destacados? ¿A quién beneficia “el desprestigio” de  los alimentos ecológicos? Hay muchos interesados en ello, pero la lógica señala a quienes más pierden con la expansión de la agricultura ecológica: las empresas de fitosanitarios y en general de insumos para la agricultura química, así como las empresas que venden semillas mejoradas y sobre todo híbridas, para cuyo cultivo se necesitan grandes cantidades de fertilizantes químicos y fitosanitarios. En la Memoria del II Plan Andaluz de Agricultura Ecológica (CAP, 2007) se recoge un cálculo realizado sobre la superficie inscrita a mediados de ese año, unas 600.000 ha (poco más de la mitad de la que existe hoy), de la cantidad de productos químicos que gracias a la conversión de esa superficie se había dejado de verter a los agroecosistemas de Andalucía. Los resultados son elocuentes: se dejaron de utilizar 134.259 t de fertilizantes químicos, de los cuales 84.709 t correspondían a fertilizantes nitrogenados, 4.362 t de plaguicidas químicos, 1.125 t de fungicidas, 1.039 t de herbicidas y 811 t de insecticidas.

Las empresas de semillas transgénicas también están interesadas. La agricultura ecológica, que no utiliza este tipo de material genético, representa una amenaza para su mercados potenciales, no sólo porque les hace perder clientes, sino porque obliga a los gobiernos a la imposición de garantías para evitar la contaminación cruzada con OMG y hace más difícil y poco rentable la siembra de transgénicos. El enfrentamiento con la producción ecológica es además directo, ya que ningún producto ecológico puede contener trazas de materias transgénico , de tal manera que allá donde progresa la producción ecológica retrocede la transgénica y viceversa. El caso del maíz ecológico en Aragón y Cataluña lo demuestra. Después de detectados varios casos de contaminación con OMG, prácticamente han desaparecido el cultivo de maíz ecológico.

Muchas de estas empresas están integradas tanto vertical como horizontalmente, constituyendo grandes empresas trasnacionales. Venden las semillas y el paquete completo de fertilizantes y fitosanitarios necesarios para cultivarlas. Nombres como Monsanto, Singenta, Bayer, BASF, etc.. son bien conocidos por sus tropelías en todo el planeta. Con un poder enorme, no sólo influyen en los medios de comunicación sino también en la propia ciencia, financiando costosos proyectos de investigación que orientan en un sentido favorable a sus intereses la innovación  agraria. No es de extrañar, pues, que haya científicos dispuestos a morir defendiendo la inocuidad de la producción convencional y desprestigiar la ecológica.
Pese a las campañas en contra, la agricultura ecológica - de la que Andalucía sigue, pese a todo, siendo líder - sigue siendo la base para una alimentación sana y nutritiva . Pero no solo eso. Por su desarrollo territorial, por los manejos agrarios que promociona, por su asociación con los mercados locales, con el consumo en fresco y en temporada, la hacen especialmente idónea para promover un sistema agroalimentario más sostenible y socialmente más justo.
Manuel González de MolinaUniversidad Pablo de Olavide

Nota. Sobre esto último se puede profundizar en:

J. Infante y M. González de Molina (2010), “Agroecología y Decrecimiento. Una alternativa sostenible a la configuración del actual sistema agroalimentario español” Revista de Economía Crítica, Vol. 10, 113-137

M. González de Molina (2011), “La importancia de la agricultura ecológica para el medio ambiente y la salud” . Ambienta. (95), páginas 10-25. 

Referencias:

Benbrook, Ch.; Zhao, X.; Yáñez, J.; Davies, N.; Andrews, P. (2008), New Evidence Confirms the Nutritional Superiority of Plant-Based Organic Foods. State of Science Review: Nutritional Superiority of Organic Foods. The Organic Center. Boulder, Colorado, USA.
Consejería de Agricultura y Pesca (CAP) (2007), II Plan Andaluz de Agricultura Ecológica (2007-2013). Sevilla: Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.
Raigón, D. (2007), Alimentos ecológicos, calidad y salud. Sevilla: Consejería de Agricultura y Pesca.